No cabe duda de que su vida cambiará luego de una lesión de la médula espinal. Saber qué esperar lo ayudará no solo a prepararse para estos cambios, sino también a manejarlos.
Cada año se diagnostican entre 11,000 y 12,500 nuevos casos de lesión de la médula espinal. Si ese es su caso, es posible que se sienta abrumado con la vorágine de información proveniente de médicos, seres queridos y cuidadores. Pero la pregunta de la que seguramente quiera obtener una respuesta es la siguiente: “¿Cómo será mi vida con una LME?”, y se trata de una pregunta que ni siquiera un médico puede responder con certeza absoluta.
La verdad es que, las lesiones de la médula espinal y la reacción que provocan en las personas son imprevisibles. Algunos sobrevivientes con lesiones catastróficas de repente recuperan la capacidad para caminar. Otros se someten a años de terapia antes de mover un dedo. Sin embargo, un denominador común es que los sobrevivientes que trabajan arduamente, adoptan una vida saludable y nunca se dan por vencidos suelen tener mejores resultados. El primer paso es una comprensión más profunda de la lesión y su efecto en el cuerpo y la mente.
En lo referente a las lesiones de la médula espinal, la ubicación tiene importancia.
La ubicación de la lesión de la médula vertebral desempeña un papel fundamental para determinar la gravedad y el nivel de discapacidad que se pueda experimentar. Las lesiones cervicales de la médula espinal, o las que ocurren cerca del cuello, son las más graves y, por lo general, ocasionan cuadriplejia. Mientras más abajo de la columna se encuentre la lesión, por lo general, resultará menos riesgosa para la vida y tendrá menos posibilidades de quitar el movimiento de manera permanente. Asimismo, independientemente de que la lesión de la médula espinal sea completa, por ejemplo, aquellos casos en los que la médula espinal está seccionada o completamente comprimida; o incompleta, por ejemplo, aquellos casos en los que la médula espinal no está completamente comprimida; determinará el nivel de recuperación.
Espere cambios en las capacidades físicas.
La mayoría de las personas asocian la lesión de la médula espinal con el síntoma más grave: la parálisis. Pero existe toda una gama de síntomas físicos que puede experimentar, según la ubicación y la naturaleza de la lesión. Esto incluye per no se limitan a: dificultad para controlar la vejiga o los intestinos; dificultades relativas a la función sexual, excitación sexual y fertilidad; dolor y/o dolor fantasma en el lugar de la lesión; sensación de hormigueo; problemas gastrointestinales y dificultad para respirar sin asistencia.
Puede experimentar problemas de salud mentales o emocionales.
La mente y el cuerpo no son entidades separadas. Y, por lo general, lo que afecta a uno, afecta al otro. Lo mismo puede decirse de las lesiones de la médula espinal. Los nuevos desafíos de vida con este tipo de lesión pueden provocar depresión y ansiedad. Incluso el medicamento que toma para asistirlo en su afección puede cambiar la manera en la que el cerebro procesa ciertos neurotransmisores, y así hacerlo más vulnerable a enfermedades mentales. Por este motivo, los grupos de apoyo emocional y psicológico son tan importantes para preservar la salud mental.
Puede volverse más vulnerable a otras afecciones médicas.
La causa número uno de mortalidad luego de una lesión de la médula espinal corresponde a infecciones respiratorias que se convierten en neumonía. Pero también puede verse más susceptible a infecciones cutáneas, obesidad y otros problemas de salud más graves como consecuencia de la lesión de la médula espinal y el efecto ocasionado en el cuerpo y los órganos.
El mundo que lo rodea también cambiará.
Es lamentable, pero real: por lo general, las personas con lesiones de la médula espinal enfrentan algún tipo de discriminación, ya sea relacionado con la vivienda, el empleo o la educación. Y, si bien el mundo puede verlo de manera diferente, recuerde que tiene derecho a ser tratado de la misma manera en la que se trata a otras personas. Tener conocimiento de esto y estar preparado para esto constituyen un paso hacia la dirección correcta; no obstante, mientras transita esta nueva vida, es útil recordar que a menudo usted deberá ser el mejor defensor de usted mismo y de sus derechos.