El distanciamiento físico y social son clave para controlar la pandemia del Covid-19. Para los pacientes con LME, que posiblemente ya estén experimentando depresión y ansiedad relacionada con su afección, es importante que comprendan cómo manejar este nuevo aislamiento social.
Mientras más aprendemos sobre el Covid-19 y su transmisión, más nos damos cuenta de que las maneras más simples y comunes de evitar la exposición es a través del distanciamiento físico. Pero el distanciamiento físico, especialmente en el caso de los pacientes con LME, a veces puede provocar aislamiento social.
El aislamiento social es la falta de relaciones e interacciones con otras personas y puede provocar graves problemas mentales, como la depresión y la ansiedad. Y las investigaciones demuestran que existe una mayor proporción de depresión y ansiedad en personas con LME que en la población general. Si a esto se le agrega la limitada interacción personal provocada por el distanciamiento físico durante el tiempo del Covid-19, las repercusiones para los pacientes con LME son evidentes.
Por este motivo es tan importante poder reconocer las señales de aislamiento social. Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, deberá acercarse a su cuidador o profesional de salud mental: marcados cambios en el estado de ánimo, en los hábitos de alimentación o del sueño; ansiedad excesiva; tristeza prolongada, depresión o apatía; pensamientos de hacerse daño a sí mismo o a otros o pensamientos de suicidio; aumento en el consumo de sustancias; ira, irritabilidad u hostilidad excesiva.
Pero eso no sugiere que el aislamiento social sea inevitable. Si se toman las medidas adecuadas, controlar y conservar la salud y el bienestar físico propio, aun durante una pandemia, es bastante posible.
Paso 1: cuidar la salud general
Existe un vínculo directo entre la salud mental y la salud fisiológica. Por este motivo, en especial para pacientes con LME, es importante mantener un comportamiento que mejore su salud general. Manténgase físicamente activo. Mantenga una nutrición adecuada. Hidrátese. Duerma lo suficiente. Estas son medidas sencillas que puede tomar todos los días para mantener la salud física, que a su vez afecta su salud mental.
Paso 2: controle la preocupación
Con todo lo que se desconoce acerca del Covid-19, es sencillo caer en un estado de preocupación. La preocupación es normal, pero es importante reconocer cuándo sus pensamientos preocupantes interfieren con su habilidad para realizar las actividades cotidianas para sostener una vida normal. Algunas formas de limitar esto es advertir (y limitar) la exposición a aquello que lo preocupa; practicar posponer la preocupación para otro momento y, en cuanto a lo referido a información y noticias sobre el Covid-19, basarse en fuentes de confianza.
Paso 3: establezca una rutina
El aislamiento social puede quitarle el sentido de propósito. Al establecer una rutina, no solo mantiene un sentimiento de normalidad en situaciones inusuales, sino que en realidad puede usar esa estructura para ocuparse de tareas o alcanzar logros. Esto nos ayuda a tener un propósito, pero la previsibilidad de la estructura misma ofrece el nivel de comodidad profundamente necesario en momentos imprevisibles.
Paso 4: manténgase conectado
Uno de los beneficios de vivir en la era digital es que aun cuando se encuentre socialmente distanciado, existen numerosas plataformas para acercarse y mantenerse conectado. Las plataformas de videollamadas, mensajes y redes sociales son excelentes maneras de conectarse con los seres queridos, compañeros de trabajo y cuidadores mientras permanece a salvo. Y, aunque las restricciones se reduzcan, cuando se relacione en persona, considere salidas con grupos pequeños en donde aún pueda practicarse el distanciamiento físico.
Paso 5: manténgase informado
Los estudios demuestran que estar informado y al día con las últimas noticias sobre salud relacionadas con los protocolos de seguridad del Covid-19 se asocia a un menor impacto psicológico de la pandemia, lo que incluye menos estrés, ansiedad y depresión. Tenga conocimiento de las medidas de precaución sobre seguridad recomendadas y practíquelas de forma periódica y ganará confianza en su habilidad para afrontar estos momentos de incertidumbre.
Paso 6: pida ayuda
Todos enfrentamos nuevos desafíos de vez en cuando, que pueden provocar temor, confusión o deseo de abandonar. Sepa que estas reacciones son normales y no debe sentir vergüenza de buscar asistencia para ayudarlo a superarlas. De hecho, reconocer esta necesidad y tomar medidas en función de estas son señales de fortaleza. Existen muchos cuidadores y grupos de apoyo en espera para ayudarlo. Acérquese.