Encontrar la actividad física ideal es fundamental para ayudarlo a mantener un peso saludable y conservar un buen estado de ánimo. Lea esta guía sobre deporte y entrenamiento físico si tiene una lesión de la médula espinal.
Entrenó arduamente para mantenerse en forma antes de la lesión de la médula espinal. O tal vez no era tan activo como lo hubiese querido, pero ahora tiene el tiempo y las ganas de ejercitarse hasta sudar. La buena noticia es que siguen existiendo muchas formas para mantenerse activo. Los deportes y el entrenamiento físico pueden seguir siendo una parte importante de su vida.
Antes de la lesión, posiblemente participó en algún deporte o actividad deportiva basado en lo que disfruta y su talento excepcional: el “lugar ideal” de entrenamiento físico, si se quiere. La necesidad de encontrar esa actividad ideal no es diferente luego de una lesión de la médula espinal. Una vez que encuentre el mejor deporte para usted, algo que disfrute y en lo que pueda participar de manera constante para mantenerse en forma, puede ser un verdadero estímulo para su calidad de vida.
¿Cuál es su “lugar ideal” de entrenamiento físico?
Luego de una lesión de la médula espinal, aún existen muchas actividades en las que puede participar para mantenerse en forma. Entre estas, se incluyen (de manera no taxativa) el baloncesto, rugby, remo, navegación, natación, curlin, tenis de mesa, bádminton, tenis, levantamiento de pesas, esgrima, golf y esquí.
Cuando busque la manera ideal de mantenerse activo, considere estos factores:
· Experiencia pasada: ¿Participó en algún deporte o forma de ejercicio antes de la lesión que puede seguir practicando con algunas posibles adaptaciones, modificaciones o equipamiento especial?
· Deportes grupales o individuales: ¿Prefiere participar en un deporte como una persona individual o prefiere formar parte de un dúo o equipo?
· Su motivación: tal vez tiene un sólido espíritu competitivo que necesita satisfacer en un ambiente de equipo o liga. O tal vez simplemente disfruta de moverse y mantenerse en forma; por lo tanto, las actividades no competitivas son más acordes a su ritmo
· Tradicional o “no convencional”: existen muchos deportes convencionales en los que puede participar, como el baloncesto, tenis y natación. Pero existen opciones más osadas que pueden implicar viajar que también puede analizar, como paracaidismo, buceo, entre tantos otros deportes acuáticos
· Recursos y apoyo de la asociación nacional: según el deporte o la actividad que sea de su interés, puede haber recursos que pueden ayudarlo a comenzar. Por ejemplo, la Asociación de Tenis de los Estados Unidos tiene programas para silla de ruedas y torneos en todo el país
· Hable con atletas en silla de ruedas: busque y conéctese con otras personas que hayan participado en algún deporte o actividad que le interese emprender. Pueden asesorarlo para encontrar los recursos y el equipamiento adecuado, así como instructores y entrenadores en su área que pueden ayudarlo a comenzar
No encontrará su entrenamiento físico hasta que lo intente
Existen muchas oportunidades de estar activo luego de una lesión de la médula espinal. Encontrar su lugar ideal de entrenamiento físico puede implicar un proceso de prueba y error. Lo importante es que puede salir e intentarlo. Tal vez no tenga un talento natural o no disfrute el primer deporte o ejercicio que pruebe, pero si es constante, ¡encontrará la actividad perfecta que lo ayudará a estar en buen estado y divertirse!
Referencias: