Acaba de sufrir una lesión de médula espinal y está tratando de entender qué significa esto para su futuro. Esta información puede ser un buen punto de partida.
Esta información puede serle de ayuda para superar los posibles episodios de ansiedad de los próximos días.
El comienzo
Este momento puede parecer abrumador, pero lo superará con la ayuda de su equipo de atención médica. En un primer momento, el equipo se dedicará a evaluar el alcance de la lesión y a controlar el dolor. Le harán muchos exámenes y pruebas de diagnóstico. Es posible que también se le administren medicamentos antinflamatorios, analgésicos y algún producto para evitar la formación de coágulos.
No es inusual que pase los primeros días en la unidad de cuidados intensivos (UCI) mientras se le realizan radiografías y pruebas de diagnóstico por imagen para que los médicos puedan determinar la gravedad de la lesión y si hay algún daño presente en otras partes del cuerpo.
Cómo recibir la ayuda adecuada para usted
Puede contar con que el equipo de atención médica y el/la fisioterapeuta le proporcionarán la ayuda que necesita. Según la gravedad de la lesión, se decidirá si necesita una silla de ruedas eléctrica o manual. Cuanto más compleja sea la lesión, mayor será la cantidad de equipos y dispositivos de asistencia que necesite. También es posible que necesite ayuda para las tareas cotidianas, como el control de esfínteres, los cambios de posición, los desplazamientos, vestirse y bañarse o ducharse.
El equipo de atención médica se encargará de que reciba la ayuda que necesita mientras está en el hospital y lo/a asistirá durante la rehabilitación. Una vez que finalice la rehabilitación, convendrá asegurarse de que su hogar se encuentre en las condiciones necesarias. En ocasiones, un terapeuta a domicilio puede ayudarlo/a a realizar pequeños cambios de importancia en su casa, más allá de las rampas y los pasamanos.
A su propio ritmo
Siempre es bueno volver a casa. Una vez que lo haga, es importante retomar el programa de ejercicios para mantener la salud cardiovascular, la fuerza muscular y la flexibilidad. El ejercicio físico permitirá que las tareas cotidianas sean más fáciles y aumentará su resistencia y energía. La activación de esas endorfinas contribuirá a reducir el estrés.
En un principio, el programa de ejercicios lo/a ayudará a adaptarse a las nuevas tareas relacionadas con la silla de ruedas. También aprenderá las técnicas adecuadas para su seguridad y para evitar nuevas lesiones. El programa se adaptará de forma específica a sus necesidades.