Cada segmento de la columna vertebral cumple funciones diferentes y únicas para el organismo. La comprensión de estas funciones puede ayudar a aliviar la ansiedad y la confusión que podría sentir por su situación.
La columna vertebral humana es una maravilla de la ingeniería. Se trata de un conjunto de huesos o vértebras superpuestos e interconectados que protegen la médula espinal, que es la que nos permite movernos, caminar, reaccionar, sentir y realizar un sinfín de tareas todos los días mediante la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
Sin embargo, no todas las vértebras son iguales. La columna vertebral se compone de tres segmentos distintos (en realidad cinco, pero para el análisis que nos interesa, nos enfocaremos en los que corresponden a las vértebras que no están fusionadas): cervicales, dorsales y lumbares. Cada uno de ellos tiene una importancia particular en relación con el funcionamiento y las lesiones.
Segmento cervical
Las vértebras de la columna cervical son las que nacen en la base del cráneo. Consta de siete huesos con denominación C1 a C7. Entre otras funciones, la columna cervical sirve de apoyo a la cabeza y al cráneo; permite la rotación, la flexión lateral, la flexión y extensión de la cabeza y el cuello y protege la médula espinal.
Cualquier lesión en las vértebras puede tener consecuencias graves, pero en el caso de la columna cervical, la fractura por un traumatismo de alto impacto, como los accidentes automovilísticos, las caídas o las lesiones deportivas, puede provocar una parálisis del cuello hacia abajo.
Segmento dorsal
Las doce vértebras que se encuentran en la zona del tórax se denominan vértebras dorsales. De arriba hacia abajo, se denominan T1 a T12 y cada una de ellas está conectada a las costillas correspondientes de cada lado. Las costillas y las vértebras dorsales forman lo que se denomina la caja torácica, cuya función es la de rodear y proteger el corazón y los pulmones. Como ocurre con todas las vértebras, también sirven para proteger la delicada médula espinal que pasa por el interior del conducto vertebral.
Si bien la mayoría de las fracturas de la columna dorsal no provocan lesiones en la médula espinal, en los casos graves, como los accidentes automovilísticos, las caídas u otros traumatismos de alto impacto, los daños vertebrales en el segmento dorsal pueden provocar paraplejia y pérdida de control de esfínteres.
Segmento lumbar
En la zona abdominal de la columna vertebral se encuentran las cinco vértebras lumbares, también denominadas L1 a L5. La función principal de las vértebras lumbares, que son más grandes y fuertes que las cervicales y las dorsales, es, además de proteger la médula espinal, soportar el peso del cuerpo y amortiguar el esfuerzo que se produce al levantar y transportar objetos.
Los síntomas de una lesión en la médula espinal en el segmento lumbar varían según la gravedad del daño y el lugar donde se produce, pero puede resultar en paraplejia, incapacidad de controlar los esfínteres o disminución de la movilidad en la parte inferior del cuerpo.